Todas las personas que fui
Jun 12, '25
My favorite quotes from the novel "Todas las personas que fui" by Alfonso Casas. Although I could highlight all of it.
Yo he visto esos colores, sé que existen.
No sé porqué le teneis tanto miedo a la oscuridad, si solo en ella puede verse la luz de las estrellas.
SĂ© que yo no soy asi, pero tampoco consigo ser el de siempre. Me he... perdido.
En algĂşn momento, las cosas que me hacĂan feliz habĂan dejado de hacerme feliz.
Cris: esta parte del iceberg representa tu convivencia "pacĂfica" con los monstruos. A ti te parece que te hacen la vida imposible, pero lo que hacen es avisarte de que hay algo que debes atender. La parte oculta del iceberg es toda la mieeeeerda de la que llevas sin ocuparte demasiado tiempo.
Cris: Primero, tĂş te creas una pequeña zona de comfort. No es muy grande, lo que las inmobiliarias llamarĂan "con encanto". Pero entonces comienzan a aparecer unos monstruos ocupando un epsacio de esa supuesta "zona segura", provocándote cierto malestar. Normalmente esto hace que la gente reaccione, pero tĂş no. Total, que al final la incomodidad es tan grande que con ello intentan expulsarte de esa zona de comfort y lanzarte de lleno a lo que he llamado "la zona de crecimiento", donde puedes evolucionar y desarrollarte como persona.
Cris: Los humanos sois como las luciérnagas. Vuestra luz viene de dentro.
Cris: Bienvenido a la Sala de los Pilares. La base sobre la que se construye todo tu sistema de creencias. Cuando tienes una crisis, lo primero que se derrumba es tu sistema de creencias. Lo que hacĂas hasta ahora y te funcionaba de repente deja de hacerlo. Y como consecuencia... todo tu mundo se tambalea.
Algunas de estas columnas se han quedado obsoletas y ya no sujetan nada. Otras solo son grandes losas que te impiden avanzar, y ahora que se han caĂdo no tienes por quĂ© levantarlas de nuevo.
Alfonso: Oye, y tĂş por quĂ© me ayudas? Pensaba que te caĂa mal.
Cris: QuĂ© va! Si en realidad nosotros te queremos! Bueno, básicamente te queremos... vivo. Sin ti no existirĂamos: lo nuestro es como una simbiosis.
? Cris: Pensar tanto en los caminos que no recorriste te impide disfrutar del que has escogido. En algún momento tienes que despedirte de ellos. No debes preocuparte por los caminos que has dejado atrás. Sino por todos los que se abren ante ti.
Alfonso: Pero, y si me equivoco?
Cris: Si avanzas no te equivocas. El verdadero error es quedarte inmóvil. Todo lo demás es... camino.
Cris: La terapia no es algo milagroso. Es como un paraguas: no impide que llueva pero te ayuda a no empaparte.
Cris: La estatua de las expectativas, la representaciĂłn de todas las ideas que proyectaste (y proyectaron) sobre ti mismo. Cada vez está más alta. Al final pierdes las ganas de alcanzarla. [...] TenĂas la mirada tan centradas en la meta que ni te fijaste en lo alto que habĂas llegado. La vida es mucho más que tus grandes metas. Sabes todas esas pequeñas cosas que creĂas que te "distraĂan" de alcanzarlas? Pues eso precisamente es la vida.
La vida es eso que te pasa mientras estás demasiado ocupado en cumplir con las expectativas. No esperes a haberte perdido esas "pequeñas cosas" para darte cuenta de lo valiosas que son.
A lo mejor estás persiguiendo unas metas que ya no te representan.
TĂş eres mejor que ese. Porque Ă©l es ideal, pero tĂş eres real. Él nunca podrá existir, pero tĂş sĂ.
Cuando no encuentras el tiempo para parar, tu cuerpo lo hace por ti.
No entiendo el miedo que le tenéis al error. No puedes pasarte la vida tan asustado por fallar que te impida vivirla. Vivir es perfeccionar el arte de equivocarte mejor.
La vida es como una de esas bolas de nieve de cristal. Es frágil y tienes que manejarla con cuidado. Pero si no la agitas un poco, te estás perdiendo algo.
A: Si ya ni siquiera puedo dibujar, entonces, qué soy?
C: Quizá te sorprenda, pero incluso si dejaras de dibujar, seguirĂas siendo tĂş.
Los recuerdos son como un hotel. Puedes visitarlos, pero no quedarte a vivir en ellos.
No puedes buscar la felicidad en un lugar que ya no existe.
Al fin puede ver a todas las personas que fui. Todas me sonrĂen. Y en ese momento entiendo que siempre hay una versiĂłn anterior tuya que está orgullosa de hasta dĂłnde has llegado.
Te pasas toda la vida buscándote para acabar entendiendo que siempre estuviste ahĂ.
No puedes sentirte siempre bien. Nadie puede hacerlo. La felicidad son momentos. No puede mantenerse en el tiempo.
Poco a poco fui pasando pantallas de aquel videojuego en el que el monstruo final era yo. Y resulta que no habîa que derrotarlo, sino abrazarlo.